¿Qué es un masaje descontracturante?
El masaje descontracturante es una técnica terapéutica enfocada en liberar tensiones musculares profundas y mejorar la circulación sanguínea. Se centra principalmente en los músculos del cuello, espalda y hombros, aunque también puede aplicarse en otras zonas afectadas.
A diferencia de un masaje relajante —que es más suave—, el descontracturante se caracteriza por aplicar una presión firme y específica sobre los puntos de tensión (también conocidos como «puntos gatillo»).
Beneficios del masaje descontracturante para la postura
Los beneficios van mucho más allá de sentirte mejor al salir de la camilla. Aquí te explicamos cómo impacta directamente en tu postura:
- Libera tensiones crónicas: Ayuda a relajar músculos sobrecargados por malas posturas repetitivas.
- Corrige desalineaciones: Al soltar los músculos acortados o tensos, se facilita una alineación más natural de la columna.
- Mejora la conciencia corporal: Al sentirte más libre de tensiones, es más fácil reconocer y corregir posturas inadecuadas.
- Reduce dolores posturales: Especialmente en zonas clave como cervicales, dorsales y lumbares.
- Complementa otros tratamientos posturales: Como el pilates terapéutico, la fisioterapia o el yoga.

¿Sabías que una mala postura puede reducir tu capacidad pulmonar y provocar fatiga crónica?
¿Cómo se realiza un masaje descontracturante?
Aunque cada terapeuta puede tener su propio estilo, el procedimiento suele seguir estos pasos:
- Evaluación inicial: El terapeuta conversa contigo para entender tus molestias y zonas más afectadas.
- Calentamiento muscular: Se utilizan maniobras suaves para preparar la musculatura.
- Aplicación de presión profunda: Con dedos, nudillos o antebrazos, se presiona directamente sobre las contracturas.
- Movilización y estiramientos: Para ayudar al músculo a recuperar su elasticidad.
- Relajación final: Cierre con maniobras más suaves que ayudan a calmar el sistema nervioso.

Herramientas y productos recomendados
Si bien el masaje puede hacerse solo con las manos, hay herramientas y productos que pueden potenciar los resultados:
- Aceites esenciales: Como lavanda o eucalipto, que relajan y desinflaman.
- Pistolas de masaje: Útiles para aplicar presión localizada si no tienes un terapeuta cerca.
- Rodillos de espuma (foam roller): Ideales para automasajes entre sesiones.
- Bolas de masaje: Para liberar puntos gatillo en casa o en la oficina.
Precauciones y contraindicaciones
Como toda terapia manual, los masajes descontracturantes tienen algunas recomendaciones que vale la pena conocer:
- Evitar en casos de fiebre, infecciones o inflamaciones agudas.
- No aplicar sobre fracturas, heridas abiertas o zonas con varices marcadas.
- Si estás embarazada o padeces alguna condición médica crónica, consulta antes con tu médico.
- El masaje puede ser incómodo en ciertos momentos, pero no debe ser insoportablemente doloroso.

Consejos para mantener una buena postura después del masaje
El masaje ayuda, pero mantener una buena postura depende también de tus hábitos diarios:
- Haz pausas activas: Levántate y estírate al menos cada hora si trabajas sentado.
- Ajusta tu espacio de trabajo: Pantalla a la altura de los ojos, silla ergonómica, pies apoyados.
- Fortalece tu espalda: Actividades como yoga, pilates o natación son excelentes aliados.
- Sé consciente de tu cuerpo: Evita encorvarte o cruzar las piernas por largos periodos.