¿Te ha pasado que llegas a un spa o buscas un servicio de masajes y te abruma la cantidad de opciones? Masaje sueco, descontracturante, linfático, tailandés, maderoterapia… ¿Cuál es el mejor para ti?
Elegir el masaje adecuado no es solo una cuestión de gusto, sino de escuchar a tu cuerpo y saber qué necesita en ese momento. No todos los masajes buscan lo mismo: algunos relajan, otros tonifican, y hay quienes lo usan como herramienta terapéutica. En esta guía, te ayudamos a tomar una decisión informada, alineada con tu bienestar físico y emocional.

¿Qué es un masaje y por qué elegir el correcto?
Un masaje es una técnica manual (o con herramientas) que estimula los tejidos blandos del cuerpo, como los músculos, la piel y el sistema linfático. Pero no todos los masajes son iguales: cambian la presión, la intención, los movimientos y el resultado final.
Elegir bien es como seleccionar el tipo de ejercicio que te conviene. No es lo mismo una clase de yoga restaurativo que una sesión de crossfit, ¿verdad? Lo mismo pasa con los masajes: uno puede ayudarte a dormir mejor, otro a aliviar contracturas y otro a mejorar la apariencia de la piel.
Principales tipos de masajes y sus beneficio
A continuación, te mostramos una lista clara de los masajes más populares y lo que pueden aportarte:
1. Masaje relajante (o sueco)
Ideal para: personas con estrés, ansiedad, insomnio o sobrecarga emocional.
- Técnica suave, con movimientos largos y fluidos.
- Promueve la relajación profunda del sistema nervioso.
- Mejora la circulación y ayuda a dormir mejor.
- Es “el clásico” que todos deberíamos probar alguna vez.
2. Masaje descontracturante
Ideal para: personas con tensiones musculares, malas posturas o que hacen ejercicio.
- Más intenso, con presión profunda en zonas tensas.
- Libera nudos y contracturas musculares.
- Mejora la movilidad y reduce dolores localizados (cuello, espalda, hombros).
3. Drenaje linfático manual
Ideal para: personas con retención de líquidos, edemas, post-operatorios o problemas circulatorios.
- Técnica suave y rítmica.
- Estimula el sistema linfático para eliminar toxinas.
- Ayuda a desinflamar piernas, abdomen o rostro.
- Se usa mucho en estética y procesos postquirúrgicos.
4. Masaje tailandés
Ideal para: personas que buscan energía, flexibilidad y desbloqueo energético.
- Se realiza en el suelo, con ropa cómoda.
- Incluye estiramientos, presiones y movimientos similares al yoga pasivo.
- Estimula canales energéticos y activa el cuerpo.
- Perfecto para quienes quieren un masaje activo.
5. Masaje con maderoterapia
Ideal para: personas que buscan modelar su figura, reducir celulitis y activar circulación.
- Utiliza instrumentos de madera (rodillos, palas).
- Mejora el drenaje, tonifica tejidos y estimula el metabolismo.
- Muy buscado en tratamientos estéticos corporales.
- Uno de los beneficios de la maderoterapia es que puede combinarse con aceites esenciales para potenciar resultados.

¿Cómo saber cuál es el adecuado para ti?
Hazte estas preguntas antes de elegir:
- ¿Qué quieres lograr?
- Relajarme, desinflamar, aliviar dolor, modelar mi cuerpo…
- ¿Tienes alguna condición física?
- Lesiones, embarazos, operaciones recientes o problemas circulatorios requieren enfoques específicos.
- ¿Qué intensidad prefieres?
- Algunas personas disfrutan de masajes intensos; otras, suaves y envolventes.
- ¿Tienes tiempo y disposición para repetirlo?
- Algunos tratamientos (como la maderoterapia o el drenaje) requieren constancia para ver resultados visibles.
¿Cómo se realiza cada masaje?
Aunque cada profesional tiene su estilo, aquí te damos una idea general del procedimiento típico:
Masaje relajante:
- Aceites aromáticos.
- Movimientos largos y lentos.
- Duración: entre 50 y 90 minutos.
Masaje descontracturante:
- Uso de nudillos, codos y dedos para liberar tensiones.
- Zonas clave: espalda alta, cervicales, lumbares.
- Puede doler un poco (pero con alivio posterior).
Maderoterapia:
- Aplicación de aceites para deslizar mejor.
- Uso de rodillos de diferentes formas y tamaños.
- Zonas: piernas, abdomen, glúteos, brazos.
Drenaje linfático:
- Presión muy ligera.
- Siempre en dirección al flujo linfático (cuello, axilas, ingles).
- Puede durar más de una hora.
Productos recomendados y herramientas
Si estás pensando en hacer algún masaje en casa, estos productos pueden ayudarte:
- Rodillos de maderoterapia (busca modelos con mango ergonómico).
- Aceites esenciales como lavanda (relajante) o romero (activador).
- Crema reductora o anticelulítica, para combinar con masajes estéticos.
- Guantes de masaje o ventosas de silicona, para estimular la piel.
Recuerda siempre leer etiquetas y consultar con tu terapeuta o dermatólogo si tienes piel sensible.
Precauciones y contraindicaciones
Aunque los masajes son terapias naturales, no siempre están recomendados. Ten en cuenta lo siguiente:
- Evita masajes intensos si tienes fiebre, infecciones, heridas abiertas o trombosis.
- Consulta antes si estás embarazada (especialmente en el primer trimestre).
- No realices drenaje linfático sin supervisión si tienes problemas cardíacos o renales.
- En personas mayores o con osteoporosis, mejor optar por técnicas suaves.
Y muy importante: Si un masaje te genera dolor intenso o incomodidad emocional, ¡detente! Tu cuerpo siempre tiene la última palabra.
